lunes, 2 de marzo de 2015

Me gustan los autores nuevos cuando no arman camarillas y hablan a título personal, se defienden solitos "como gato panza arriba" como quería Cortázar

Nacho Padilla, el mismo que viste y calza. Un amigo de mis años en México. Nomás para que vean con quién andan... (FFO)

Secretos de un preciosista

Ignacio Padilla no descansa, acaba de publicar otro libro de cuentos
Padilla • El autor de ‘Las fauces del abismo’.  Foto: Festival San Miguel Allende
Padilla • El autor de ‘Las fauces del abismo’. Foto: Festival San Miguel Allende
La Razón (Edición Impresa) / Gustavo Borges - EFE
00:00 / 01 de marzo de 2015
Aunque posee talento y oficio para las historias cortas, el escritor mexicano Ignacio Padilla tiene claro que jamás podrá escribir un cuento de una sentada porque su tendencia al preciosismo se lo impedirá.
“Siento que Raymond Carver y Ernest Hemingway revisaban poco y el chileno Roberto Bolaño tenía la capacidad para hacer un cuento perfecto de una vez. Yo no soy de esos; tengo un problema de escrúpulos”, confiesa el narrador en una entrevista con EFE.
Padilla, de 46 años, es del tipo de autores que aman el vértigo a la hora de escribir; en vez de trazar un mapa y seguir un camino, se guía por la inspiración y eso lo obliga a estar siempre listo para saltar al vacío sin red de protección.
Sin embargo, ese mismo hombre arriesgado es el típico obsesivo, capaz de revisar decenas de veces un párrafo, cambiar los sustantivos hasta encontrar el exacto y someter sus cuentos a un proceso de depuración durante meses.
 Sentado en un banco con un cigarro en la mano, Padilla acepta contar algunos de los secretos del proceso de creación de su obra, que empieza cada día en su casa de Querétaro (centro de México), donde a las cinco de la mañana empieza a escribir a mano.
“Soy sumamente disciplinado, necesito recibir el sol escribiendo y me toma mucho tiempo terminar uno solo de mis cuentos”, asevera.
Si bien desde 2011 es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Padilla no es un erudito acartonado y no siente vergüenza por alejarse de los cánones. “No tengo empacho en reconocerlo, me influyeron el cómic bueno y el malo y algunas series de televisión malas están en mi obra y en mi ritmo narrativo", afirma.
Sin embargo, desde joven supo que en su oficio a los maestros se les sigue como a un gurú y rinde culto como modelos del cuento a Édgar Allan Poe, Anton Chejov y Guy de Maupassant.
“Son los indiscutibles, también me impactó desde temprano Gabriel García Márquez y siempre he defendido su capacidad cuentística, poco reconocida porque siempre se habla de sus grandes novelas”, comenta.
Padilla presentó su libro de cuentos Las fauces del abismo. Es un bestiario de nueve piezas que el escritor hizo luego de tomar como ejemplo el bestiario medieval, lo cual le permitió crear una obra limpia, la mejor de su carrera, según el escritor Ángel Palou.
Padilla es un escritor versátil, reconocido como ensayista, creador de historias para niños, traductor, crítico, dramaturgo y maestro universitario, pero por encima de todo se considera un escritor de cuentos.
 Y es que hasta cuando escribe novelas, a Padilla se le sale la veta de escritor de relatos y los capítulos de sus obras son como pequeños cuentos bien hilvanados, lo cual responde a una vocación o quizás a una manera de no pasar por el aro en una época en la que las editoriales repiten que solo las novelas venden.